martes, 15 de abril de 2008

Contrastes

Aún estoy digiriendo mis últimas semanas viajeras, sobre todo las dos primeras, que me llevaron al corazón del África, a tierras que vieron crecer antiguos imperios, algunos de ellos envidiados incluso por el Imperio por antonomasia. Pero creo que estoy listo para alguna reflexión, aunque sea "gorda".


Al poco de volver de África compromisos varios me llevaron a la tierra de otro extinto imperio, aunque mucho más reciente y cuyas influencias aún se sienten, principalmente por ser el padre y la madre del Imperio más poderoso que ha alumbrado la Humanidad.


De Bamako a Oxford en menos de 5 días; de los agobiantes 45º a los refrescantes -9º; de lo primordial a lo globalizado; de la lucha por la vida, literalmente, a la lucha por ser "cool"...

El contraste ha sido espectacular, y me ha generado una remenda sensación de vértigo. ¿Cómo se puede asimilar con facilidad las tremendas diferencias que existen entre sitios de este planeta, que por otra parte hoy en día son perfectamente accesibles (al menos físicamente, lo de "moralmente" ya es otro cantar)?

Esencialmente me quedo con una reflexión básica:

Somos asquerosamente frívolos.