martes, 23 de diciembre de 2008

El Sistema

Una de las palabras más leídas y oídas en las últimas semanas es, sin duda, "el Sistema".

Puede ser, según la acepción más generalista del término, un "conjunto de cosas que relacionadas entre sí ordenadamente contribuyen a determinado objeto".
También lo hemos oído recientemente, gracias a un escritor y un director de cine italianos, como referencia común a, nada más y nada menos, que a la mafia italiana.


Aunque sin duda el más asumido recientemente es el del dichoso "Sistema Financiero Internacional". O simplemente El Sistema, también, como los mafiosos. ¿O es que acaso no es prácticamente lo mismo?

Una avalancha de sensaciones se me acumula a la hora de pensar en ese concepto, pero trataré de ordenarlas.

En primer lugar, la antigua sensación de que toda la economía no es más que un engaño global en el que no se cumple la conservación de la energía. Desde pequeñito siempre me ha sonado raro eso del dinero: que sube de valor, que baja, que ahora la peseta se devalúa, y ahora el pescado es más caro y las patatas mas baratas (pocas veces se oía que algo era más barato, la verdad). Más adelante, te explican (sí, poco más adelante, que ahora no sé si esto se lo explicarán a algún adolescente) las ideas de Malthus y algún otro economísta global (filosófico él) del siglo XIX, en el que dudaban de que el Mundo (como sistema cerrado) fuera capaz de alimentar y albergar a una sociedad humana en constante expansión, tanto demográfica como de "calidad de vida". Y decías: "jo, pues si este señor decía que no llegaríamos al siglo XX... parece que se equivocó...". Pues a lo mejor no. Ese señor no sabía a qué nivel de calidad de vida estaba la mayor parte del planeta entonces, mucho menos ahora, claro. Con el tiempo esa sensación (no me atrevo a llamarla idea) no ha hecho más que crecer: mi formación científico-técnica no me ha permitido, pese a la inmersión en el mundo laboral en el que la unidad de medida fundamental es el €, entender de forma racional, cómo un sistema puede estar en equilibrio (o llegar a él) simplemente ¡¡creciendo y creciendo!! Es de locos. De algún sitio tiene que salir la energía: miradlo como un sistema cerrado... El Planeta Tierra. Nada sale y nada entra (vale, nada digno de ser tenido en cuenta en nuestra sociedad consumista), excepto LUZ DEL SOL, así que el incremento de riqueza o de energía interna tiene que venir de ahí... Puede ser interesante aplicar el primer principio. En cualquier caso, a mí me parece claro que para conseguir el efecto de riqueza, hoy por hoy y a nivel global, ojo, hay que deprimir a otras partes del planeta: medio ambiente y personas. No hay más que viajar (por favor, hacedlo) a África: están cada vez peor. ¿Qué progreso es ese? ¿Qué tipo de crecimiento es ese?

En segundo lugar, y ya a un nivel más moral que económico, está el asunto del milenio: ¿es lícito y moral que los gobiernos inyecten dinero en el sistema, para evitar males mayores? Primero, ¿qué porras es eso de "inyectar efectivo en el sistema"? No lo tengo muy claro, pero me temo que no es más que inventarse dinero de repente en una cuenta mágica, y meterlo ¿como crédito blando o incluso muy blando? a los bancos, que hacen como de concesionarios de las fábricas de dinero. ¡Y hala, ya está! Otra vez a prestar pasta, esta vez no de manera muy blanda, claro, que si no los pobres no salen adelante. Hay que joderse.

Vale, está muy bien el argumento ese de que "es el mal menor, si no inyectamos dinero en el sistema la crisis va a ser mucho peor, las empresas se van a ir a la porra y todo el mundo se va a quedar sin empleo". Pero ¿quienes se quedarían también sin empleo?¿Los directivos de las empresas? ¿Esos que cuando montan un desfalco en una empresa luego van y los echan, pero con unas indemnizaciones que les permiten retirarse (pobrecitos) al mismo nivel de vida o mejor que el que tenían?

¿Y el futuro?
Porque esa gente, no lo olvidemos, no va a sufrir esta crisis. Excepto algún japonés alienado que se haga el hara-kiri, no creo que la clase directiva de este planeta sea la que más sufra.

El mensaje es el siguiente: "huy, mira la que hemos formado, cómo de gorda la hemos líado (o parda), y aún así parece que no nos va a pasar nada,...je". Bueno, al que a lo mejor sí le pasa algo es al caradura de Madoff, que ha estafado a los ricos, a ese a lo mejor sí le meten mano.

La próxima crisis será peor, seguro.