Esta mañana, de camino al trabajo, el cielo presentaba un aspecto que me ha dejado pensativo durante casi todo el día. El azul nitrógeno que tan famosos nos hace en la Galaxia, y que, por qué no decirlo, tanto turista extraterrestre atrae; el azul profundo de esta mañana, decía, estaba surcado por multitud de líneas ligeramente curvas que iban de horizonte a horizonte, que se cruzaban aquí y allá, con distintos grosores, a distintas inclinaciones, aunque de un mismo blanco inmaculado y puro.
Ya había visto otras veces (claro) estelas de aviones, y en configuraciones bastante bonitas, ya os hablaré en otro post de ello. Pero esta vez era como si una tela de araña inmensa se estuviera tejiendo sobre el mundo, las arañitas todas activas a la vez, dejando su hilillo de agua sobre el eter.
Era bonito, por una parte. Si sólo te quedas en observar el efecto visual, sobrecogedor, de ver toda la cúpula de terciopelo azul atravesada por estilizadas nubes artificiales, como líneas de tiza espeluznantemente bien trazadas... la verdad es que se disfruta.
Aunque también resulta inquietante pensar en que estamos modificando hasta el cielo. Ya no se puede estar en ningún sitio sin darte cuenta de en qué época estás, da igual que te vayas al monte, lejos de tendidos eléctricos y construcciones.
Vamos, estás tan tranquilo rodando Troya, ahí, con Brad Pit, te has preocupado de que ningún extra lleve reloj, y de repente, cuando todo está montado y mezclado... ¡zas!, el IB7051 La Valetta-Madrid, que te jode el plano ascendente neonazi del rubiazo Aquiles.
Los aviones tratan de moverse por líneas rectas, que en una superficie esférica (vale, para los geómetras exquisitos, es una pera) son círculos máximos. Ortodrómicas. Es lo más barato, pero es difícil de conseguir, o al menos lo era antes, cuando todo era más artesanal.
Sin embargo, lo que más se ha utilizado de siempre (por facilidad de navegación) es la loxodroma. De forma genérica, es una curva que forma un ángulo constante con otra familia de curvas. Particularizando a la vida real, unas loxodroma es la trayectoria que sigue un barco o un avión que mantiene un rumbo, o sea, la aguja de la brújula siempre apuntando al mismo númerito.
Desde abajo, vemos las loxodrómicas y ortodrómicas cruzarse en efímeros cuadriláteros completos esféricos, que duran lo que quiera el gráfico de humedad del día. Porque las estelas son agua. La contaminación de los aviones (que no es poca) hoy ya es invisible.
Reamde
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Es la última novela de Neal Stephenson, escritor genial sobre el que ya he
hablado infinidad de veces.
A diferencia de la anterior, Anatema o Anathem (muy r...
Hace 12 años
3 comentarios:
Muy interesante y muy poético. No me había parado a pensar que viéramos efectivamente las loxodromias en el cielo...
A mí siempre me han encantado. El cielo me parece vacío sin ellos.
El otro vi conduciendo 3 o 4 estelas sobre el ocaso de las 4 torres de Madrid, pero no llevaba cámara a mano... espero que los ocasos, los aviones y las torres sigan para cuando los móviles traigan todos de serie cámaras de 9554984615619847 Megapixels....
Espero que fuera bien ese concierto de Vest, esperamos ver fotos por aquí en un futuro próximo !!
que fuerte...no se que me ha impresionado más. El estilo poetico del post que me ha encantado. El imaginarme con Brat Pit en la batalla mirando el cielo y saludando a mi madre que va en ese avion que deja Loxo...lo que sea... o El propio asunto del post y el tema de la contaminacions de los aviones que ya casi no se v. eso ¡porque es? por eso de ojos que no ven corazon que no siente o porque ya hay tanta contaminacion que un poco mas no se nota?
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