Ken Folletin

Terminé el otro día el enésimo libro completamente insustancial que me trago. Creo que hubiera hecho algo más creativo si hubiera resuelto un sudoku de los que genera automáticamente el movil de mierda que tengo.

Sólo me he leído de este señor Los Pilares de la Tierra, que me gustó, y sé que tiene libros clásicos de espionaje, como "La Clave está en Rebeca", y "La Isla de las Tormentas".
Pero este que me he leído ahora me ha terminado de saturar de folletines con protagonistas guapos, esbeltos y bien hechitos, de ideales limpios y claros; con malos muy malos y completamente previsibles; secundarios que desde el principio sabes para qué están introducidos y para qué ocasión se los está reservando.

Pero sobre todo, me hastía el darme cuenta de que no son "libros". Me refiero a que no es literatura, sino una versión muy limitada de lo que en realidad es la narrativa escrita: algo que permite transmitir cosas que no se ven, sino otras que se sienten, se huelen, se piensan,... En realidad son fotonovelas baratas, intentos de hacer algo que muy fácilmente se pueda llevar a la pantalla. ¡Pero son guiones (y malos) para películas! Un gran ejemplo es El Código Da Vinci. Desde la primera letra se nota que el Sr. Marrón pensaba en forrarse con la peli.

Me gustaría ver lo que son capaces de hacer adaptando a la pantalla El Péndulo de Foucault (U. Eco).

(Por cierto, que no estuvo nada mal lo que hizo Jean-Jacques Annaud con El Nombre de la Rosa...)